BIG HISTORIES

Después de 46 años dedicados al mundo del tenis, puedo decir que he vivido la evolución de este deporte de una manera muy personal. Desde los tiempos en los que jugábamos con las famosas y pesadas raquetas de madera, con cabezas pequeñas (increíble pensar que con eso se jugaba), hasta las raquetas de grafito, mucho más ligeras y que permitían sacar a velocidades que entonces parecían imposibles, por encima de los 100 km/h. No es de extrañar que muchos de mi generación hayan tenido que pasar por quirófano por problemas en el brazo.